miércoles, 12 de agosto de 2009

Imaginando que hasta algun día me lo imagino...

Si algún día, me sentara a imaginar, e imaginara una persona, por decir algo… Que podría llamarse Marcelo Orlando, podría haber nacido el mes de junio del año 1963 y hasta tal vez su segundo nombre coincidiría con el primero de su padre. Pero como la imaginación es inagotable, no habría razón que me impidiera que imagine a una mujer. Una Mujer que casualmente nació con el año, un día primero de enero, y que tiene por nombre María Amelia.
Pero si un día diera con la posibilidad de que el destino de estas dos personas que acabo de crear, pudieran cruzarse y llegar a conocerse tal vez se hubieran casado, y hasta podrían haber tenido un hijo o dos. De haber tenido un par de hijos sólo podría haberse llamado Pablo Ariel el primero y el segundo Luciano Gabriel y lo imagino sin miedo a equivocarme porque hasta tengo la sensación de haberme cruzado con alguno de ellos. Tal vez Pablo, sería el hijo mayor pero por algunos pocos años… tres años y medio por decir un número al azar.
Eligiendo escuela, a ambos hermanos los mandarían al mismo lugar, y como la imaginación no tiene límites, tal vez el colegio elegido sería el Madre Del Buen Consejo. Pablo, que obviamente empezaría unos años antes, podría también estar interesado en algún idioma… que ahora mismo no se me ocurren muchos, pero por decir uno que sea inglés.
Si este chico Pablo, existiera, yo creo que además empezaría a practicar ajedrez desde chiquito, a los 8 años, y que luego entraría a competir en torneos del mismo deporte. Deporte que si bien le gustaba, tal vez dejaría a los 10 años solo por desinterés. Sin embargo, demostraría una facilidad y un gusto importante por el inglés que lo llevaría a seguir el estudio de dicho idioma por unos cuantos años. O así me lo imagino al menos.
Suponiendo que todo esto así haya pasado, de todas las vivencias por las que Pablo habría pasado, si bien tal vez no pueda imaginarlas todas, intentaré hacerlo con las más importantes. Pero como nadie nunca conoció a esta persona que invento, no tiene importancia y nadie nunca lo notaría.
Pensando, imagino que tal vez podría haberse ido de viaje de egresados en séptimo grado a Carlos Paz con todos sus amigos. En dicho viaje tendría dos coordinadores, a los que les pondría nombres, pero mi imaginación se agota ya… Lo que sí creo, es que dicho viaje sería inolvidable, que mas allá de todo lo que hayan hecho ese grupo de chicos, lo hicieron juntos y los pudo haber ayudado a unirse un poco más.
Pero los días siguieron pasando, y eso no hace falta imaginarlo, empezó la secundaria y todos los nervios previos a la misma no se hicieron esperar. Tampoco se harían esperar esos comentarios que alguna profesora o hermano mayor pudo habernos hecho sobre lo terrible que era la secundaria.
Pero empezó este personaje la secundaria, con todos los miedos, las dudas y todo. Se dio realmente cuenta que no todo era tan malo como lo pintaban, y que hasta era todo lo contrarió por pasar de ser los más grandes a los más chicos y “mimados” del colegio. Creciendo todo el grupo en conjunto y cada uno individualmente, fueron pasando las semanas y llegaron los cumpleaños de 15 de las chicas, que pasarían a ser mujeres. Tal vez hasta me arriesgo a imaginar, que no todos conocían lo que era la noche y que hubo un antes y un después de estas fiestas.

(Nota: No me animo a inventar los amores o desamores de éste personaje, que pudieron haber sido muchos o no, pero que se requiere más que imaginación para relatar ese tipo de sucesos o etapas)
Me animo a imaginar también, que en dicho colegio, se realizaría un viaje a alguna de las provincias del norte, dónde los alumnos de 4to año, irían a ayudar a otros chicos menos afortunados. Allá conocerían otra realidad totalmente diferente que los ayudaría mucho interiormente y como grupo.
Pero bueno, hasta acá llegué supongo, bastante pude hacer, después de todo… ¿Cómo hacer para imaginarse toda una vida…?
Pablo Ariel Spampinato

No hay comentarios: