lunes, 17 de agosto de 2009

Por ahi se cuenta un cuento sin final...


Aunque no creo en los cuentos, ni en los castillos ni príncipes; voy a dejar de lado mis escepticismo para suponer que este cuento es real.


Un domingo de tarde trataba de enfrentar de cara al mundo y una mujercita pequeña hacia fuerza con ella, que lo logró sin llorar. Fueron lindos los primeros años en donde se descubrían todo el tiempo cosas nuevas, sospecho que ya desde ese momento amaba lo nuevo, le gustaba todo aquello que no conocía, eso era curiosidad pero ella no lo sabía solo lo disfrutaba.
Y un día a levantarse temprano de la cama, comenzaba las "famosas responsabilidades" que ella sospechaba le empezaban a gustar, y sentía que era algo raro que le gustaran ya que todos se quejaban.
Pero fue mejor que ella se sintiera responsable de pequeña, por que eso sirvió cuando de pronto sintió crecer muy de golpe. Ya no encontró lugar para sus muñecas, ni tampoco tiempo para estar triste.
Pero siempre aparecen en esa etapa angelitos que te ayudan a pasarla mejor. Pero había uno especial, y ya cambio juegos con papá por salidas con su ángel.
Él la cuidaba mimaba, y soportaba su transformación a una "mujer", ella muchas veces los desvalorizaba, hasta que un día el ángel se fue a donde pertenecía.
Ella lo sigue llorando.
Sin embargo no tardo en aparecer un pequeño amor, y siendo otra persona, mucha más grande que al comienzo, ella se creyó capaz de dar todo. Y así fue lo dio. Todavía lo recuerda con el gusto de ese "hasta luego".
Y de esta forma tres hombres marcaron su vida, y por eso se convirtió en lo que hoy es. Nunca se va arrepentir de nada por que sabe que todo sirvió para ser quien es hoy: ELLA.


Hoy ya sabe caminar sola, sin ayuda de mamá o papá para no caerse, sin ayuda de personitas que la levanten; ahora le toca caminar a ella.



Romina Medina

2 comentarios:

Yuuki~ dijo...

Muy lindo lo que escribiste Romy!
Me encantaron lo coherentes que son las frases y como las utilizaste para darle un significado distinto...

Leonardo Gabriel dijo...

El escepticismo solo lleva a la normalidad de la realidad tan abrumadora en que vivimos, si las personas pudieran creer más, viviriamos mejor. La magia existe, solo que no todos quieren verla.

Lindo el texto! :D

Saludos!