Hairspray

Decidí postear sobre este tema, ya que vi la película y la obra de teatro y me gustó mucho.

Esta historia ocurre en Julio de 1962, en el barrio humilde de Baltimore. Allí vive Tracy, (una adolescente rellenita con una cabellera tan abundante como sus ganas de vivir). Sus padres son: Edna, mujer trabajadora de bastas proporciones y gran corazón que lava y plancha ropas ajenas y Wilbur que posee una tienda de inventos y chascos.
Tracy junto a Penny, su mejor amiga, son fanáticas del programa televisivo de baile “Yo Quiero Ser!... con Andy Collins” que se transmite todas las tardes. Mirándolo aprenden e imitan los últimos pasos de baile. Un día en el mes, este programa tiene un día especial titulado “Día para Negros”. Esto provoca rechazo en Barbie, la estrella del momento y de su mamá Velma que “por pura coincidencia” es la productora del programa.
Todo comienza a tener un color diferente para Tracy cuando en el cuerpo de baile de “Yo Quiero Ser”, una de las chicas renuncia, por lo que se anuncian audiciones para su reemplazo. Tracy y Penny se mueren por ir y venciendo obstáculos, lo logran.
Andy, el conductor y Link, la estrella masculina soñada por todas las chicas, descubren su encanto y quedan fascinados. Así comienza a cumplir su sueño. Edna, su mamá, no para de recibir ofertas. Entre ellas, la de un famoso diseñador de talles grandes que quiere que luzcan su ropa. Gracias a él Tracy y Edna son transformadoras en íconos de moda, tamaño extra-large de lujo.
Convencida de que no existe diferencias entre blancos y negros, que el color de piel no hace a la persona, Tracy junto a Sammy (un chico negro que le enseñó algunos pasos que ella luego usó en un baile que organizó en la escuela con Andy Collins) y otros chicos negros desafían a quienes opinan lo contrario y logra unir a blancos y negros en el programa “Yo Quiero Ser”.
Con su encanto, su humildad, su amor a los demás y su ritmo que contagia a todo el que la ve bailar, Tracy logra triunfar desplazando a Barbie. Su triunfo va más allá de lo profesional ya que logra vencer la discriminación: gordos y flacos, blancos y negros, todos somos iguales ante los ojos de Dios.

Destaco la actuación de Enrique Pinti en el teatro que me pareció muy buena, ya que, si bien interpretaba el personaje de Edna, mamá de Tracy, tenía una característica propia de él, la de hablar rápido, para decir divertidas ocurrencias. Esto generaba risa en los espectadores, quienes se divertían mucho y aplaudían con entusiasmo.
También destaco la participación de Vanesa Butera, quien supo interpretar muy bien el papel de Tracy. Lo hizo muy similar a la actriz de la película y eso me gustó mucho.
Tanto el despliegue escenográfico, como la musicalización y el vestuario, fueron excelentes, propios de la época en la que sucedían los hechos
La verdad es que la recomiendo mucho, ya que es muy divertida y apta para todo público.
Como enseñanza deja el rechazo a la discriminación, algo que me parece muy importante hoy en día.

Judith Lovera