Las campañas políticas

Aparentemente distraídos, casi vagando en un mundo que les parece ajeno, con las manos bien puestas en los bolsillos por las dudas de que se les caiga algo que ganaron con gran "honestidad", ahi se van los señores con supuestos títulos académicos (que no sabemos si son el resultado de un gran esmero o simplemente las ganas de inventir dinero en un papel para poder comprar un puesto) cuando terminan su "corto" período de gobierno que parece no alcanzarles para cumplir con sus tantas promesas de un gran futuro.
Claro digo promesas, porque de sus largas listas llenas de esperanzas de un país mejor que en teoría alguna vez cumpliran ni siquiera la mitad se lleva a cabo. El echo es que estos encargados de gobernar (ejercer la dirección, la administración y el control de un Estado, ciudad o colectividad... ¿ellos sabrán esto?) cuando dicen que darán todo por su tan querido pueblo argentino lo dicen con una gran ironía. Si, porque su discurso preparado seguramente por otra persona, mientras es leído, por su mente se ven las imágenes de los autos importados que se van a comprar, de sus lujosos trajes, y otros tantos gustos que podrán darse simplemente por prometer hacer.
Los candidatos electos, hacen y deshacen, según como venga la partida. Si aquel dice que puede hacer tal cosa, obviamente otro retruca que puede hacer el triple. Y ahi estan los argentinos, espectantes de que por lo menos uno de ellos se habra del juego y diga que lo va a ser por lealtad a la patria y no por competir en una mesa llena de ambicionistas que ni siquiera esperan que te des vuelta para hacer trampa en la jugada, es todo o nada.
Un claro ejemplo, sería la situación actual de lo que ocurre con la epidemia del dengue. Durante el gobierno anterior de la provincia del Chaco, cuando recién se daban los primeros casos de la enfermedad, cuando era el momento de combatirlo, el gobernador compró veneno para extinguir al insecto, sí lo hizo, de echo para asegurarse o prevenir un desastre posterior, su compra abarcaba productos que alcanzarían para los próximos tres años. ¿Cuál es el problema? Estaban por vencer. Su campaña se terminaba en un año, que problema se iba a hacer si total el desastre se lo tenía que bancar otro, a él le tocaban los aplausos, pero al siguiente gobernador se le venía la noche. Que es lo que ocurre ahora. El insecto aún más inmune ya anda de compras por la calle Alvear, obviamente junto a los políticos, mientras ya son números de dos cifras los de la cantidad de muertos por haber concebido la enfermedad.
Nosotros, los que opinamos lo mismo, los que realmente queremos un gobierno que quiera asegurarle un futuro progesivo a su país y no a su bolsillo, sólo nosotros tenemos la tarea de tomar la iniciativa, y concientizar a muchos que tal vez, por estar mal informados o porque directamente no lo están, de hacerles saber que tenemos el derecho de expresar lo que pensamos, que se tiene que acabar el miedo de que por hablar nos borran del mapa.
Nosotros, gobernantes, queremos progresar tanto como ustedes, pero con honestidad y en conjunto.

Tatiana Sambueza.