Recordando con mi otro yo.

En un día normal, pensando en el posteo de lengua, sola en mi escritorio frente al espejo comencé a mirar mi álbum de fotos. Fotografías de antes y ahora que con solo mirarlas empiezo a recordar. Momentos o historias que fui escuchando y viviendo a lo largo de mi vida que hoy, con tu ayuda, se convierten en palabras.
- ¿Cómo puedo empezar a contar nuestra autobiografía? No me mires así. No se como empezar
- Si vas a empezar Bere, hácelo por el principio.

- En 1991 un día como cualquier otro, mi mamá se encontraba haciendo la comida para mi papá y para mis dos hermanas. Cuando de repente se empezó a sentir mal y terminó en el piso, desmayada. ¡Qué golpe! se dio, me contaron. Pensaron que le había bajado la presión. Pero no fue así. Media hora después llegó el doctor. Entraron con mi papá al cuarto donde estaba mi mamá. Veinte minutos después mi papá sale del cuarto y les dijo a mis hermanas que no se preocupen, que era YO que estaba en camino.
Mi mamá no podía tener más hijos porque estaba en riesgo su vida pero me quiso tener igual, pese a todas las consecuencias que podía haber.
Nueve meses después de ese día, para ser más exactos un sábado 23 de mayo a la tarde, fue internada y, por cesárea, nací. Fue una operación muy riesgosa, donde perdió mucha sangre. Pero por suerte no pasó nada malo. Nací con un peso de 2, 900Kg.
Ese día estaba muy nublado, bastante fresco pero casi ni se notaba porque en el hospital hacía mucho calor. La calefacción estaba al máximo. A pesar del clima, mis tíos, hermanas, padrinos y abuelos estaban muy nerviosos porque no había novedades. Media hora después, mi papá, junto a una enfermera, salieron de la sala de parto y todos me pudieron ver. Me llevaron a neo y allí estaba muy bien custodiada, es decir, rodea de todos hombrecitos.
Ese día fui la única niña de neonatología, es decir, la sala donde se encuentran los recién nacidos. Con semejante influencia varonil, mis abuelos decían que iba a ser muy machona. ¿Se equivocaron?
- Cuantas veces habré escuchado esa historia. Pero te acordás de cosas como por ejemplo ¿tus primeras palabras? ¿Tus primeros pasos? ¿La cara de tus papás cuando no los dejabas dormir en las noches?
- No. Era muy chiquita para acordarme de esas cosas. Pero ahora que lo mencionas me acuerdo… viste de esos tropezones cuando caes por intentar caminar o correr rápido y de la ayuda de mamá y papá que siempre estaban ahí por si me lastimaba pero que nunca dudaban que yo podía. Bueno de eso, sí me acuerdo. O ¿Cómo mi primer día de jardín? ¡Qué lindo que fue! Ahora que lo pienso no sé si me acuerdo bien de ese día, pero gracias a mis hermanas tengo filmaciones que me hacen acordar perfectamente. Si querés después las podemos ver, así recordamos juntas ese día.
- Dale, me gustaría volver a ver aquellos recuerdos. ¿Te acordás de tu primer castigo?

- Castigos… dicen mis papás que no tuve hasta de grande. Cuando era chiquita me retaban porque era re inquieta nada más.
- ¿Y cuándo pasaste a primer grado? ¿De tu primer amigo? ¿De tu primer noviecito? ¿Te acordás de todo eso?
- Mis recuerdos son parte de mi mente, recuerdo muchos momentos de mi vida. Mi primer novio fue en jardín y tengo muchas fotos. Después yo entré a primer grado en el colegio Mariano Moreno donde hice hasta sexto grado.
- Recordás ¿cuándo te regalaron tu primer perro? Como olvidar eso, además, era perra. Si cuando nos regalaron nuestro primer perrita, las dos queríamos ser veterinarias.
- Y de ¿Tu primer amor?
- Recuerdo las discusiones tontas, los sentimientos rotos. Pero es común de la edad dicen.
- ¿Tus primeras peleas con tus amigas? ¿Cuándo descubriste que tu amiga te falló?
- Sí. Me acuerdo, pero la culpa es mía por confiar en quien no debía y es hay cuando uno recurre a la frase “Las apariencias engañan.”. Pero ¿adivina qué? Ya estaba creciendo y me di cuenta que ya estaba en la secundaria y en mi camino encontré unas personas maravillosas a las que puedo llamar amigas. Aquellas, con las que compartí y comparto unos lindos cinco años.

- ¿Dónde hicimos la secundaria?

- Mis papás decían que el Mariano Moreno no era buen colegio. Entonces, me cambiaron al Madre. Allí, empecé mi séptimo grado. También, me fui de viaje de egresados a Villa Carlos paz con mis nuevos compañeros. En el mismo colegio estoy haciendo la secundaria. Dentro de un par de días, me voy a BARILOCHE !!!!!!! Y, terminaré mi secundaria.
- ¿Qué tenés pensado seguir?
- Inscribirme en la UBA. Así nos recibimos de abogadas penalistas, como siempre lo soñamos. ¿NO?

Berenice Caraballo 5to B