martes, 7 de julio de 2009

¿Un campeón merecido?

Luego de una semana de parate por las elecciones legislativas, llego el momento esperado por muchos. “La gran final” del Torneo Clausura argentino disputada entre el Vélez de Gareca y el Huracán de Cappa, y en una muestra de argentinismo puro, podemos decir, que el duelo había quedado planteado entre el “carácter” de uno y el “tiki tiki” del otro.
Con el Almafitani hecho una fiesta, la final empezó con todo. Los primeros diez minutos fueron todos del Globo, que tuvo su chance para ponerse en ventaja con un cabezazo de Eduardo Domínguez (ex Vélez) pero Gabriel Brazenas, intérprete decisivo del partido, decidió anular el gol por una supuesta posición adelantada.
Pero de a poco el Fortín impuso su localía y se adueño de la pelota a pura garra en el mediocampo donde el equipo de Cappa tiene la llave su juego. Esto no pudo darse por mucho tiempo ya que a los diecinueve de la primera parte el cielo se volvió negro y una tormenta de granizo obligo a Brazenas a detener el juego momentáneamente.
Después de treinta minutos la pelota se puso en movimiento nuevamente, el descanso no cambio para nada la situación, sino, que el partido se puso mas favorable para el local, que a los tres minutos se encontró con un penal a favor, que el joven arquero Monzón, (haciéndole honor a su apellido), le metió un manotazo a la pelota arrojada por el uruguayo Rodrigo López luego de arrojarse a su derecha.
Terminando el primer tiempo, Huracán, de la mano de De Federico, tuvo dos contraataques en los que pudo haber abierto el marcador, pero la falta de puntería del delantero nos estaba anticipando que esta no era la tarde de los “Ángeles de Cappa”.
Apenas empezado el complemento Vélez salio a jugar a todo o nada, ya que el empate consagraba campeón a Huracán, que inconcientemente y por falta de experiencia en algunos jugadores se refugió muy cerca de su área y le cedió la pelota a los de Liniers que no encontraban la clave para romper la defensa tan estática que presentaba el visitante, como Vélez no era profundo y todos confiaban en los “rapiditos de arriba” para generar alguna contra.
A los treinta y ocho de la segunda parte, donde ya el “tiki tiki” que caracterizo al el globo durante todo el campeonato no aparecía y el Amalfitani quería el gol sea como sea, llego la jugada mas polémica del encuentro. Luego que Rodrigo López baja un pelotazo de tantos a los que apostaba el local, Larrivey choca con Monzón en el área, le comete una falta “que se vio hasta de la cancha de Newell’s Old Boys” (palabras dichas por Cappa) y el robote lo aprovecha el enano Moralez (que vio la segunda amarilla tras sacarse la remera en el festejo) convirtiéndolo en el gol del campeonato.
Toda esta situación desato la furia del DT visitante ya que luego del gol mal sancionado por el juez, las pelotas empezaron a desaparecer. Así fue como el partido volvió a estar parado por varios minutos y se vio reflejado como Brazenas en ningún momento estuvo a la altura de las circunstancias.
En el final, Vélez supo aguantar la ventaja y se consagro campeón… ¿Merecidamente? A mi parecer el Fortín fue el campeón pero no el mejor. Creo que Huracán a pesar de haber perdido cuatro partidos mas que su rival, fue quien mostró mayor calidad futbolista y se diferencio por del resto por su manera de tratar a la pelota. Pero como dije anteriormente algunos jugadores sintieron la presión de la final, al contrario de los velezanos que contaban con mayor experiencia dentro de la cancha.

3 comentarios:

Zirce dijo...

Coincido en que “Los ángeles de Cappa” merecían el campeonato. Velez mantuvo la solidez durante todo el torneo, ya que fue el equipo con menos goles en contra.
A pesar de que el fortín tenga más apellidos que Huracán no fue más ni lo superó en el partido de este último domingo. El partido fue parejo, quizá Velez tuvo más ocasiones porque tenía que ganar sí o sí, pero el globo supo aguantar el partido y hasta creo ocasiones de gol.
El arbitraje de Brazenas fue muy malo, se equivocó en todo, y lo más grave fue haberle dado el gol al equipo de Liniers.
Y respondiéndote a tu pregunta que aparece como título, para mí Velez no mereció dar la vuelta.

Agustín Buldo 5to. “A”

quintoab dijo...

Dicen la mayoria de los jugadores, técnicos y personas que el que sale campeón es el mejor... en este caso no.
A mi me hubiese encantado ver salir campeón a Huracan pero lamentablemente campeón siempre hay uno solo y dicen que del segundo no se acuerda nadie pero en este caso va a ser todo lo contrario el público del Globo y los amantes del fútbol, del buen futbol(me incluyo)lo vamos a recordar porque fue un equipo que emocionaba verlo jugar, un equipo que se rompía el alma en cada partido y algo muy loco : el equipo con el presupuesto más bajo entre los 20 que disputaban el torneo.
Creo que nadie se va a olvidar de Monzón, Goltz,Arano, Bolatti, Pastore, Deferico, Cappa y de los demas integrantes del plantel y cuerpo técnico.
Tuve la oportunidad de seguir a Huracan y a Velez la mayoria de los partidos en casa... y a mi parecer fue mejor Huracan, no desmeresco a Velez ,quien fue más regular, pero no dejaba esa sensación de satisfacción como cuando finalizaban los partidos de Huracan.
Despues el arbitraje mejor ni opinar ya es tarde , aparte vos los debes saber mejor que nadie ya que sos arquero, que el minimo contacto con el mismo en el area es falta pero bueno ya no hay vuelto atras.
Espero que Los Angeles de Cappa tengan su revancha y de una vez por todas haya un merecido campeón...

Germán Tello 5°A

Zirce dijo...

Coincido con que Vélez no tendria que haber sido campeón, porque Huracán se merecía el campeonato después de volver a recordarnos a todos como era jugar a ese fútbol lindo de toques y lujos.
Vélez para mi tubo una buena continuidad que otros perdieron como Lanús, pero no tenía ese fútbol lindo de los de Huracán.
El arbitraje fue un desastre y creo que los dirigentes de la AFA tendrían que tomar medidas en algun momento contra este tipo de arbitrajes, porque verdaderamente no pasa solo en la A sino en muchos partidos...
Me gustó mucho tu posteo.
Mailén Chaure