jueves, 16 de julio de 2009

Yo te lo cuento

Nota del Autor: De presentarse cansancio ocular se puede solo leer la primera parte.

I

--Contame otra vez de cuando eras chico…

--¿Otra vez con la misma historia?

--Si, vos sabes que a mi me gusta

--¿Hay tiempo?

--¡Si, tenemos todo el tiempo del mundo!

--Bueno… ¿sabes que algunos dicen que se acuerdan cuando nacieron? Yo no tengo ningún recuerdo de eso… si ya sé que vos tampoco, siempre me cuenta mi vieja que cuando era chiquito era propenso a los accidentes, aunque creo q lo sigo siendo, me contó que cuando era recién un bebe me había dejado en la cuna y no se de que manera giré que me caí de la cuna y me quedo el cuello agarrado con las sabanas, cuando me encontró ella ya estaba violeta… pero de eso obviamente no me acuerdo… otra vez en esa cuna, yo creo que tenía una especie de maldición, no lo sé, me atacaron hormigas rojas, toda la cuna estaba repleta de hormigas, claro, yo también estaba lleno de hormigas. Cuando ya era un poquito más grande y empezaba con el andador, nadie me estaba vigilando me caí por las escalera y me llevaron al hospital, no sé si me cosieron o me pegaron…

--Puede que te hallan pegado, no se… como eras tan chiquito

--Si, puede ser, después de esa edad no tengo muchas cosas para contarte, aunque mi vieja debe tener como ochocientas mil, las mil y una noches podes estar escuchándolas. Ahora si el primer recuerdo que tengo es cuando yo vivía en Lugano en la calle Echandia, cerca de ahí vivían unos chicos que se vivían drogando, o eso me contaron. La cuestión es que un día nos estaban esperando en la puerta de la casa para robarnos creo, y lo amenazaron a mi viejo, y a mi vieja, y no me acuerdo más, (risas) quizás lo bloque, I don’t know. Después si nos robaron, los dos televisores que teníamos, un órgano, la video, una banda de cosas, lo que si me acuerdo y eso jamás en mi vida me voy a olvidar es que cuando llegamos en la puerta de mi casa estaba el oso de peluche que me había regalado mi abuela cuando nací, Dios sabrá porque no se lo llevaron. Aunque todo no fue tan malo, también me acuerdo la primera vez que fui a la cancha de Chicago, no sé como me acuerdo, pero esa vez jugaba Chicago contra Sarmiento de Junín, ganó Chicago uno a cero, me acuerdo también que fui al cine por primera vez, a ver Godzilla con mis abuelos.
Cuando estábamos en esa casa, nació mi hermano, algo me acuerdo todavía, pasé un par de días ahí en el hospital con mi vieja, no sé cuantos estuve yo ahí haciéndole compañía, pero sé que mi hermano estuvo internado cuarenta días, nació tarde, los médicos no sabían si iba a tener problemas o deficiencias cuando sea grande, tuvimos que esperar mucho para saber que no, por suerte.
Después de eso me acuerdo cuando nos mudamos a esta casa, si que ya te había contado que era de gitanos, que la habían construido arriba de otra casa, y las muertes… ah! Y lo nuevo, que esto me enteré ahora, aunque todavía tengo que comprobarlo, una amiga me dijo que en mi casa había vivido Sandro.
--¿En serio?
--¡Si! Yo tampoco lo podía creer. Otra cosa que me acuerdo es qu cuando ya era un poquito más grande, bastante mas grande, empecé a hacer tiro al blanco con un arco y flechas era bastante bueno, y después me compré una ballesta, me acuerdo, que un día tirando a un blanco que puse en un costado del patio, la flecha rebotó en la hamaca y me dio en el labio, todavía no dejo de pensar que podía haber perdido un ojo, pero eso no me impidió comprarme un rifle de municiones y seguir practicando con eso.
Era año nuevo, no me acuerdo de que año, creo que fue uno de los días más grises de mi vida.

--¿Grises?

--Si, tristes, oscuros… Ese día vi como se le paraba el corazón a mi abuelo, una cosa es escucharlo o que sepas que pasó, otra cosa muy distinta es verlo en vivo, es terrible. Se lo llevaron al hospital, al Santojiani, me acuerdo que quedamos solos mi hermano, mi tía y yo. Por suerte mi abuelo se salvó, aunque nunca más volvió a ser el mismo, dicen los médicos que el tiempo que el corazón no latió le afecto el cerebro. Pero bueno, es preferible a no tenerlo.
Después vi salir campeón a Chicago, en el dos mil seis. Me acuerdo que por primera vez Salí por el techo del coche, que se abre festejando el titulo. Inolvidable, ahí en el Cedrón.
También lo vi descender contra Tigre, no sé si lloré por la tristeza o por los gases lacrimógenos, el hecho es que cuando puede salir de la cancha, ya camino a mi casa, vi a un hincha de Tigre tirado en la plaza, que después me enteré que murió. Te dije que te felicitaba por el pincha ¿no?

--Si (risas)

--Ah, claro, por eso estamos acá



II



--Claro que después hay más. Estudié dibujo muchos años de mi vida, me acuerdo de que había echo varios amigos ahí, pero como son las vueltas de la vida, nunca volví a ver a la mayoría, el otro día me encontré con una chica que conocí ahí, ahora hablamos cada tanto por MSN. Yo creo que después de un tiempo la gente que conoces se pierde.
También vengo estudiando ingles desde los seis años, si ya sé que vos hablas mejor que yo. (risas). Ahí también conocí mucha gente, me llevaba muy bien con dos pibes, uno que se llamaba Facu y el otro Diego, a Diego le decíamos el culón… a Facu si lo volví a ver en una peluquería, pero no le hablé, no sé porque, debería haberlo echo. Después empecé a estudiar cocina, y bueno, eso no hace falta que te cuente mucho. (risas) Yo había pensado inscribirme en el otro curso desde el principio. Es una lastima no haber vuelto a ver a Martín, ni a Gonzalo, era una risa, ah claro, vos no conociste a Gonza, era un genio, ¡lastima!

--¿Y de las vacaciones?
--Si, esas siempre son entretenidas…Los primeros viajes a Santa Teresita no me acuerdo mucho, me acuerdo si que se le volaba la sombrilla a mi viejo. Que no había agua caliente en el departamento, y que me agarre el dedo meñique de la mano derecha, por eso lo tengo distinto. Después si vino Mar del Plata cuando ya era más grande, me acuerdo un verano que conocí a un grupo de pibes re copados, estuvo re bueno ese verano; estaban Rulo, en ese tiempo yo tenía el pelo corto sino me le parecía, la hermana de Rulo, que era muy linda, una chica rubia que no me acuerdo el nombre, la llamábamos Blondie, era la sobrina de Alejandro Lerner, se llamaba Lerner de apellido ella. Y un pibe más pero no me acuerdo el nombre. Ese verano conocí a un grupo de música entrerriano, eran una risa.
Seguí yendo a Mar del Plata, pero nunca estuvo tan bueno como esa vez. Un día en las vacaciones de invierno llego la primera vez que viaje en avión, fui a Cipolleti, al lado de Neuquén capital, a ver a un par de amigos de mis viejos, ahí viaje en un doscientos seis descapotable, impresionante el auto ese. De ahí a Bariloche, esquié, me caí, buenísimo.
Y el resto que ya te conté, siempre hablamos de esas cosas. ¡Ah! El otro día hable con esa chica mexicana, dijo que iba a viajar a Disney, bueno a ella le queda más cerca, me prometió que me iba a mandar una postal, ¡espero que cumpla!
Y esas fueron las cosas importantes que me pasaron, que vos no conocías… hasta ahora que estamos los dos sentados acá comiendo en el Burger.

Federico Pronesti

3 comentarios:

Zirce dijo...

Hola Fede, muy buena la autobiografia, muy original y la verdad es que tube ganas de leer la segunda parte y no me quede con solo la primera. Esta muy bien lelvado de la manera en que lo redactaste y no se hace para nada pesado de leer.
la verdad em gusto mucho.
UN ABRAZO MAURO BEVCAR

Zirce dijo...

Aunque fue largo el posteo la verdad estubo interesante y a medida que contabas cosas de cuando eras chico me acordaba cosas de mi infancia.
Muy bueno el posteo.
Mailén Chaure

Soi.asi~. dijo...

Hola “conciencia”. La verdad que estuvo muy interesante la manera en la que contaste parte de tu vida. Desde mi punto de vista fue muy original y para nada aburrido. Hasta me reí de algunas cosas, como también me acorde de otras que ya sabia de vos. También me acorde de que cuando yo era bebé que también tenia una maldición con mi cuna, una vez no se como es que hice pero se me quedo la cabeza atorada entre las barras de la cuna. Mi papá la tuvo que romper porque no me salía la cabeza (jajaja). Cuando me lo contó me causo mucha gracias.
Bueno me despido amigo. Besitos. Te quiero.